“Lavar la ropita de mi bebé antes de que naciera fue todo un ritual. Cada prenda que colgaba o planchaba me hacía pensar en él, en cómo sería, en cuánto lo iba a cuidar y a querer. Fue una manera de sentirlo más real y de hacerle un lugar en la casa. Es un recuerdo hermoso de los días previos al parto".
¿Ya lavaron su ropita?
http://bit.ly/2ao2oue
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